Después de 300km con ellas creo que ya puedo dar una opinión al respecto.
Hablamos de una zapatilla con un diseño extraño. Lo primero que sorprende es el upper, construido en dos piezas que aporta una estabilidad extra. El grosor de la suela en el talón es enorme, lo que hace pensar que estamos ante una zapatilla con mucha amortiguación.
La primera impresión no es mala. Se trata de una zapatilla pesada, concebida para rodajes. Con bastante amortiguación pero no tan blanda como otros modelos de asics, tipo Cumulus. Mi idea era combinar la Landreth con la Cumulus en función del ritmo de mis rodajes ya que esta última se volvía demasiado inestable al rodar por debajo de 4’30».
Al probarlas, me di cuenta de que eran zapatillas más rápidas que las Cumulus y más versátiles también, con más rango de ritmos. Pero seguían haciéndose muy pesadas para ritmos por debajo de 4’15» por lo que no han cumplido mis expectativas. Además, vienen con una costura en la puntera que puede molestar bastante si los rodajes son largos.
Después de haber corrido con ella a ritmos diferentes, sacaría las siguientes conclusiones:
- Van bien en los rodajes lentos hasta 5’20»/km (más lento no he ido) pero las Cumulus me gustan más.
- Su ritmo ideal estaría sobre los 4’30»-4’40»/km.
- Por debajo de 4’20» se hacen pesadas, mejor que las Cumulus pero pesadas igualmente.
Resumiendo, es una zapatilla muy versátil que permite muchos rangos de ritmo y que soporta corredores pesados. Además, da la sensación de tener muy buena durabilidad.
Lo malo es que, como todas las cosas que sirven para varios menesteres, no destaca especialmente en nada y veo opciones mejores si estás dispuesto a manejar más de un par de zapatillas.