Me quiere… No me quiere… Me quiere…
Se supone que la cantidad de pétalos de una margarita siempre coincide con un número de la sucesión de Fibonacci: 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21 … Donde cada término se obtiene siempre sumando los dos anteriores. Si esto es así, un número impar de pétalos sucede dos de cada tres veces.
¿Nuestra apuesta tiene truco?