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Soy profe y estoy cansado, ¿y tú?

  • Rubén 

“Los profesores tenéis 3 meses de vacaciones y cobráis un sueldazo, no sé de qué os quejáis.” Lo habré oído varios cientos de veces y todas ellas habré intentado disimular mi malestar con una tímida sonrisa. A veces se me habrá notado y a veces no, pero siempre intento comportarme con educación.

La sociedad en la que vivimos tiene la falsa creencia de que la cantidad de trabajo realizado se mide en horas de presencia como si solo con estar ya fuese suficiente para merecer más que otro y así tenemos esas jornadas interminables pero nada productivas tan frecuentes en determinados sectores. Después comparamos las jornadas de 10 horas con las de 5 y vienen los problemas. Que si este trabaja poco, que si tiene trabajo fijo, que si cobra mucho…

Además, por alguna razón tendemos a pensar que el trabajo de los demás es siempre más fácil y está mejor pagado que el nuestro y tendemos a desprestigiar a los que consideramos privilegiados. Pero son privilegiados porque lo decimos nosotros,  desde nuestro incuestionable punto de vista que es el único válido por el nada desdeñable motivo de ser el nuestro, no porque lo sean en realidad. ¿Recordáis el dicho de que los peores dolores son los propios porque los otros no te duelen a ti? Más o menos lo mismo.

Cuando llevas a tus hijos al pediatra a una revisión, básicamente los pesan y los miden y piensas “Eso bien podría haberlo hecho yo en mi casa” pero el día que se ponen enfermos, te das cuenta de que ese señor con bata blanca vale su peso en oro por el simple hecho de que sabe qué hay que hacer cuando es necesario saberlo. Sin embargo, cuando llevas a tus hijos a la escuela no sientes que la persona con quién se quedan tenga ningún valor especial, lo que va a enseñarles a tus hijos, tú ya lo sabes. Es sencillo, ¿no?

La verdad es que hay una creencia bastante generalizada entre nuestros responsables de la clase política de que nuestro trabajo, el docente,  puede hacerlo cualquiera y, bajo esta premisa, es muy complicado convencer a la sociedad de la trascendencia del mismo.

La administración es la primera que apoya este razonamiento obligando a los docentes a impartir materias de las que no son especialistas y es que “a un chaval de 12 años le puede explicar lengua hasta una cabra” y así nos va. Luego se les llena la boca hablando de calidad y tal… Mientras, en la vida real, el profe de filosofía imparte historia, lengua castellana, latín y música, vigila el patio, presta libros en la biblioteca y atiende el comedor escolar.

Además, hay que entender que a edades tempranas, la enseñanza es mucho más complicada que en la edad adulta. Dar una charla sobre programación orientada a objetos a alumnos universitarios supone bastante menos esfuerzo que enseñar a sumar a chavales de primaria. Lo primero sólo requiere de conocimientos, lo segundo precisa de un don que no todos tienen.

Imaginaos por un momento un aula de 25 críos de 6 años, 5 horas seguidas cada día intentando que aprendan a leer, a estarse quietos en la silla, a pedir permiso para ir al baño… La mayoría de nosotros saltaríamos por la ventana en nuestro primer día de trabajo y eso con 30 años, si lo tuviésemos que aguantar con más de 60 no os digo nada.

El trabajo docente requiere del 100% de atención, es un trabajo intenso, no se puede bajar la guardia. Nada tiene que ver el trabajo en el aula con otro que puedas desempeñar mientras charlas con tu compañero. Por no hablar de la responsabilidad de formar académica y moralmente a las personas que sostendrán al país en pocos años.

Y no basta sólo con esbozar una sonrisa cuando nos imaginamos saltando por la ventana mientras dejamos atrás a una jauría de niños gritones. Sé que la mayoría os dais cuenta de que lo que digo es cierto, que a nivel mental el trabajo en el aula es agotador y que requiere de periodos de descanso amplios para garantizar una vida laboral medianamente larga. Sin embargo, cuando salen a relucir las nóminas y los periodos vacacionales se os olvida.

Que los salarios de la clase trabajadora de este país sean una mierda (sí, con todas las letras) no es culpa de los docentes, es más, yo digo que también el salario de los docentes es una mierda. 25 años estudiando para conseguir un trabajo a una hora de coche de tu casa que cambia de localidad cada año y que no consigue estabilizarse hasta pasados los 40 no me parece tan idílico.

El salario de un maestro gallego recién titulado ronda los 1500 euros netos al mes, en secundaria puede subir hasta unos de 1650. Doce nóminas, las pagas extra ya casi no existen desde que empezó la crisis. Ahora haced cuentas, y os saldrán poco más de 10 euros por hora de clase (que no de trabajo) y al mismo tiempo pensad en cuánto os cobra el técnico que arregla la caldera, el dentista por un empaste o lo que cuestan una noche de hotel o una cena para dos en un restaurante.

Claro que las clases las puede impartir cualquiera y un buen solomillo sólo saben prepararlo unos pocos. ¡Qué aproveche!

Aclaraciones a posteriori

Cuando publiqué esto, no sabía que tendría tanta trascendencia. Parece que a la gente le importan más mis vacaciones que mi trabajo y eso es algo que habría que meditar con calma. He decidido dejar de responder a los comentarios que hacéis porque pienso que empiezan a ser repetitivos y tampoco quiero darle vueltas  a lo mismo eternamente. Sólo algunas puntualizaciones:

Debo pedir disculpas a los docentes universitarios por mi nada acertada comparación. Sólo pretendía hacer ver que la dificultad de los contenidos a impartir no determina la dificultad sobre cómo hacerlo pero puede parecer y de hecho parece que no valoro en absoluto vuestra tarea, nada más lejos de la realidad.

Aclarar también que no soy maestro, ya dije más arriba que no podría. Trabajo como profe de matemáticas (o lo que surja, por desgracia) en secundaria y bachillerato. Soy licenciado en matemáticas, no he estudiado magisterio ni turismo ni medicina, no puedo saber cuánto de difíciles son esos estudios ni cuanto trabaja un médico o un albañil. Sí he trabajado en la empresa privada, he tenido trabajos con jornada de 8 horas y he trabajado de noche. A la mina no he bajado nunca aunque a alguno le gustaría.

No me gusta opinar sobre lo que no sé y nunca solicitaría que a otros trabajadores se les complicase su situación laboral por el hecho de no poder mejorar la mía. Respeto y admiro a todos lo profesionales porque creo que saben mucho más de lo suyo que yo. Reivindico mi derecho a quejarme de lo que me plazca y a estar cansado después de una jornada de trabajo, nada más, intentando hacer entender lo que supone entrar en un aula cada día.

A los que habéis enviado comentarios con insultos y descalificaciones, decir sólo que no los voy a publicar por respeto a vosotros mismos, porque quedaríais demasiado mal retratados. Seguramente peor de lo que os merecéis.

Los demás comentarios los seguiré aprobando siempre que estén redactados con un mínimo de respeto.

Un saludo y gracias por leerme.

198 comentarios en «Soy profe y estoy cansado, ¿y tú?»

  1. Soy ingeniero industrial, he trabajado en ese sector unos cuantos de años, y ahora soy profesor de secundaria, unos cuantos años ya.
    En primer lugar es lamentable que alguien se dedique a criticar cualquier otra profesión, se perfectamente que un ingeniero en la empresa privada cobra una real m…. teniendo en cuenta la responsabilidad de su trabajo, lo se de buena tinta.
    Ahora bien, hoy en día la educación en este país es una autentica pena, por ser muy suave, es una auténtica mierda. Madre mía, ¡pero que nos pasa a todos!, la ESO es un fracaso descomunal de la sociedad española, y sí, ser profesor, hoy en día en algunos centros, es una porquería de trabajo y gracias a Dios de esos dos meses de verano, si no fuera por ellos yo ya lo habría dejado.
    Los alumnos, si los niños, vamos nuestro hijos, son unos maleducados de cojones, no tienen el más mínimo interés de aprender nada, o como hay que decir, de involucrarse en su proceso enseñanza-aprendizaje (y otras yerbas de los intelectuales de la educación), no tienen el más mínimo respeto hacia el profesor, algunos, unos cuantos en cada clase de cada instituto, son delincuentes o delincuentes en potencia, el resto, la gran mayoría, son MALEDUCADOS de casa, y unos pocos son alumnos y personas educadas, éstos son las víctimas de todo este engaño de sistema educativo.
    Vamos a ver:
    Entras en una clase con 31 alumnos, cuando llegas te los encuentras como monos en las mesas, las sillas, jugando al juego ese infernal de la pelotita, peleándose, tirándose tizas…. etc etc… te pegas 15 min para poner un mínimo de orden en la clase, vamos que se sienten.
    Ahora empiezan a no sacar materiales, a decir, sin el más mínimo pudor, que pasan de copiar, de trabajar, de sacar libros (algunos ni los traen)… vuelves a dedicar 10 min en explicarles que es obligatorio que si esto que si lo otro.
    Y entonces viene el ritual diario, te vas para la pizarra y comienzas a explicarles como se resuelve una operación matemática y entonces ocurre, no te atienden, les importa un carajo, no paran de hablar, la mayoría pasa de atender…te pegas todo el resto de la clase diciendo, niño cállate, niña deja de darle con el lápiz al compañero, niño haz el favor de copiar, etc etc. Claro, yo que no seré buen profesor, puedo llevar desde la noche anterior pensando cómo dar la clase, cómo incentivarlos, como hacer la explicación más participativa, más amena, etc, da igual no sirve para nada…Termina la clase y salen como cabras por los pasillos, empujando, dando voces que retumban en los mal diseñados edificios en cuestión acústica… te empujan, si hay algún alumno con discapacidad lo empujan también.. solo queda en el aula, aquel alumno o alumna al que sabes que el sistema el falla, al que le hubiera gustado hacer algún ejercicio más, al que te habla de usted, pero ese no cuenta para el sistema.
    A comenzar otra hora más de clase.
    Esas son las mejores, ya que también es normal, poner partes de incidencias, expulsarlos al aula de convivencia, que te insulten, que te miren y quieran matarte, que se rían en tu cara…y un laaaargo ect.
    Después tenemos a la administración y su burocracia.
    Vamos a ver, esto es facilito, una media de 180 alumnos que tengo y tres evaluaciones, donde en cada evaluación hay que realizar las siguientes calificaciones:
    Calificaciones en varios apartados: pruebas escritas, actitud, comportamiento, cuaderno 180x 4 =720
    Calificaciones de las dichosas CCBB: 8×180 = 1440
    En total por evaluación 2160 calificaciones
    A lo largo del curso 6480 calificaciones jajajjaja, valiente estupidez, y se lo digo a cualquier inspector que se precie.
    Sin contar calificaciones de temas, evaluaciones iniciales……
    Bueno podría seguir y seguir, pero para qué, el sistema educativo español es una auténtico FRACASO colectivo, los padres miramos para otro lado y punto, nos importa un carajo.
    Así que, benditas vacaciones, si no fuera por ella, el menda se buscaba otro trabajo pero ya.
    Saludos.

    1. Chapó compañero. Me temo que hasta que no haya un partido político con la valentía necesaria para hacer una reforma educativa no populista, coherente,pragmática y realista con el presupuesto del que va a disponer, que no se use como arma arrojadiza entre partidos y redactada buscando el mayor consenso posible, esto no va a cambiar…Luego también es necesario un cambio social, una concienciación de padres y profesores de lo que nos jugamos en esto..en fin, no soy muy optimista. Saludos.

  2. Estoy de acuerdo en muchas de las cosas que has escrito. Sobre todo en la necesidad de descansos largos para poder recuperar la calma y la salud mental para continuar trabajando. Las sustituciones y los constantes cambios de centros, coche, horas de conducción, tiempo invertido en solitario para desplazarse, poco reconocimiento, tareas múltiples…desgastan muchos. Solidaridad para tod@s, compañer@s. Vanessa.

  3. En primer lugar darte las gracias por la forma de defender nuestra profesion.

    Yo soy maestra de infantil (trabajo como tutora en una escuela infantil,no guardería. Esto lo acalaro ya que hay diferecia,puesto que educo y enseño no guardo niños) y queria decir que no son 3 meses de vacaciones ya que si eres funcionario durante julio el estado te puedo llamar en cualquier momento para tribunal de opos y en septiembre tiwnes que organizar el curso.
    No solo trabajas las horas presenciales ya que tiwnes que programar y preparar material para las clases. Asi colo reunirte con tus compañeros para trabajar de forma paralela. Ademas de swguir formandote dia a dia para poder dar lo mejor de ti a tus alumnos.

    Con respecto al salario ya me gustaria a mi ver las cifras mencionadas… en mi caso no llego a ser «mileurista».

    Todos los trabajos son duros y requieren de lo mejor de cada uno. Antes de estar en mi trabajo actual compaginaba el trabajo (en comercio) y los estudios. Cuando estaba ahi me quejaba de las pocas vacaciones y dias libres y de lo cansada que estaba pero un fallo en mi dia a dia por cansancio podia suponer una venta menos o algun error en la caja, pero dwntro del aula un error supone mucho mas ya que estas con niños. Un dia malo con falta de reflejos puede suponer un golpe, un atragantamiento…

    Bueno con esto solo queria compartir con vosotros que todos los trabajos son duros y tienen lo suyo pero por favor respeten a los docentes que tenemos una gran labor en la sociedad y la responsabilidad de sus hijos.

  4. Mil gracias por este articulo. Soy profesora de Secundaria y Bachillerato, y hoy precisamente he tenido uno de esos días feos. Y es q en este trabajo, si lo desempeñas por vocación, no puedes evitar poner todo lo q eres en lo q haces. Para mi enseñar no es solo dar cuatro formulas y dos problemas, y hasta mañana. Para mi es un compartir continuo, un dar explicaciones de por que eso q haces tiene mas sentido y te hace mejor persona, un corregir y justificar por que lo haces, un preocuparte por ese q no esta bien o por ese otro q te hace la vida imposible a ti y a todos, un temer a ver como esta hoy fulanito, un cuestionarte continuamente si lo haces bien o no…. Encima el sueldo es una m…. Yo no se q es llegar a fin de mes, y no me quejo porque resisto y puedo comer, vestirme y pagar la hipoteca cada mes. Encima llegas a casa y comienza la segunda parte de la jornada: corriges, preparas clases, buscas recursos… Si, estoy cansada, y hoy es de esos días en q me pregunto por que sigo. Y sigo porque esta balanza se equilibra con muy poco: un alumno q te dice q el año q viene no te vayas, o una madre q te da las gracias por llamar para preguntar por su hija ingresada, o un alumno q te cuenta por que se siente triste…. Una simple cosa, y la balanza se equilibra y vuelves a empezar.

  5. Me ha encantado este artículo creo que muestras la realidad tal y como es. Yo soy maestra y realmente llego a mi casa agotada tanto del trabajo físico, como mental, es muy difícil llegar a todos los alumnos como cada uno se merece y los maestros tenemos la responsabilidad de conseguirlo, así que cuando sentimos que no podemos más, por la elevada ratio, el poco apoyo de la sociedad, etc nos cuesta seguir sacando fuerzas de donde no las hay y aún así cada día veo como Los maestros y maestras recibimos con una gran sonrisa a nuestro alumnado intentando empezar nuestra intensa jornada con ilusión. Es un trabajo muy duro y merece mucho respeto y cariño porque muy pocos están cualificados para trabajar en las escuelas y sí estoy de acuerdo que no es lo mismo enseñar a leer y a escribir a 28 que explicar un tema a personas adultas. Felicidades por el artículo y gracias. Un saludo

  6. Sara Martínez Pérez-Tomé

    Los docentes tenéis todo mi respeto.
    Yo soy profesora particular de varias asignaturas (sobre todo matemáticas e inglés), y realmente no me imagino tener que preparar 8 horas diarias de clase. Porque no es solo ir a tu trabajo, estar allí (hacerlo, obvio); sino prepararte cada clase, adecuar los contenidos a veces.
    Si a mi me es duro con unas cuantas clases a la semana….no quiero imaginarme el resto!!

    Por eso, tenéis todo mi respeto. Sois unos valientes.

  7. La verdadera razón.
    En realidad a nadie le importa las vacaciones y el sueldo de los maestr@s, de hecho , nadie reivindica para si mismo semejantes vacaciones como tampoco el sueldo de un futbolista.. Hay trabajos muchos más relajados y mejor pagados.
    Detrás de la mayorias de las críticas hacia el sector de la docencia se esconde algo ,a mi parecer, terrible, la verdadera razón
    Vivimos en una sociedad en la que no sabemos que hacer con nuestros hijos, otros incluso no los aguantan. Cuantas veces he oido «que ganas tengo de que empiece el colegio», «mis vacaciones comienzan realmente cuando regrese al trabajo»……
    Llegando las vacaciones, decimos adios al aula matinal, clases, comedor ,actividades extraescolares……..Hay quien considera el colegio como una especie de guarderia y a los maestros sus cuidadores. Nada más lejos de la realidad.
    Muchos papas y mamas trabajan,ya sea para pagar la hipoteca o por tener dos coches, los hijos llegan a ser un problema,sobre todo en vacaciones.
    Si por poca empatía no vemos el desgaste que pueden tener los maestr@s, al menos veamos el que tienen nuestros hijos después de nueve meses de clases.
    (Supongo que el día en el que los abuelos reivindiquen mayor libertad, se les criticará por vagos).
    No me dedico a la docencia, saludos.

  8. Menos mal que tenemos vacaciones «largas»…si no fuese por las vacaciones…los niños acabarían de estallar…Que ya lo hacen…en las aulas. A final de curso…por éstas fechas ya estamos cansaitos de vernos las caras. Los pasillos comienzan a hervir. Ya se ha expulsado a los más salvajes: una patadita en la barriga al profe de matemáticas , un tirar el ordenador al piso en un arranque de furia… A éstas «harturas» del curso ya te has ganado a alguno lo suficiente para que no te grite si le pones un segundo la mano en el hombro pa que se calme y te atienda por un milisegundo abandonando el batiburrillo de su mente -que él considera medioinútil- y grabe por fin pa siempre cómo se usa la letra muda.
    Empezamos a parecernos a César Millán. En vez de dar armoniósamente clases sobre un idioma (cualquier idioma contribuye a que se te expanda el coco, y en mi humilde opinión, cualquier asignatura), he de seguir las mismas estrategias que un adiestrador canino: Sientate bien, quítate la gorra, imperdible se escribe con b,no comas en clase… Pero no, los «niños» ya no tan niños, amenazan con partirse la boca, con pincharte la rueda del coche, se enfadan y arrugan el parte de incidencias, mienten en tu cara, hablan como les enseña la tele que lo hagan, y te preguntan contínuamente pa qué les sirve ésa mierda… Mientras tú te devanas los sesos pensando en cómo podrás ponerles nota más allá del canuto.
    Soy la bicha más fresca y risueña del mundo ( noto como alguno de los profesores me miran, asombrados, preguntándose cómo puedo aún llevar la sonrisa en la cara) pero éstos energúmenos pueden con la paciencia de casi cualquiera. Yó qué sé…si te van las profesiones de alto riesgo…o quieres jugartela a coger una depresión…después de nadar en el barro que crea nuestra sociedad intentando salvar lo que quede de éstos naufragos que te patean y te intentan hundir con ellos, pos hála…adelante…suerte…Ponte a evaluarlos, no te hartes de repetirles las cosas porque no hacen maldito caso, porque están desganaos, o no creen en sí mismos, o les dejó la novia, o tienen calor, o están fumaos, o no tienen ni la mitad del interés que el que tienen por mantener cargado el móvil de última generación del que están bien orgullosos , en el que se han gastado mil euros, pero en el que no tienen megas suficientes para consultar el diccionario. Éso sí, el video porno o gore que no falte…a impresionar sus cerebritos con cosas bellas. No me extraña que vivan todo desde el asco. No hacen más que atacar y dar arcadas.
    Hartos de hacer lo que les viene en gana, de que sus padres pasen de ellos…Y yo hasta las narices ya de que me pongan en entredicho, de que se intenten subir por las paredes, de frenarlos, de corregirlos, de darles alas, de enseñarles a apreciar las cosas, no las que los videos musicales se empeñan en venderles, y ahí van con sus gorras y sus camisetas jugando a ser cáda vez más bestias aunque tienen corazones convencidos de pertenecer a otro mundo.

    Benditas Vacaciones…Ah! Que los devolvemos a sus casas…pobres padres…no me extraña que quieran que nos los quedemos más tiempo…

    1. Tú deberías pedirte o ir buscándote otra profesión dónde no te encuentres tantos problemas. O sabes manejarlos o te quejas. Pero si haces esto segundo, muy feliz no debes de ser a mi parecer; así que te lo planteas de otra manera y cambias tu actitud, o te veo muy mal. Recuerda que el comportamiento que tú tengas quedará plasmado en ellos. Observational learning (Bandura). Así que lo primero que te recomiendo que hagas, es que cambies tu actitud para ser apto al dar clases.

      Saludos cordiales.

  9. Hola a todos:

    Yo soy profesora de primaria y tengo que decir que corregir, corrijo todos los días. Este año soy tutora de 5º de primaria, en mi clase tengo 26 alumnos y a mi tutoría le doy 5 asignaturas, con lo que, más o menos, cada 15 días, corrijo un examen de cada asignatura. Además tambén le doy clase a 4º de primaria y a 6º de primaria, es decir 21 y 24 exámenes más cada 15 días. Esto es solo con exámenes, porque si contamos los libros, cuadernos, ejercicios extras, fichas de repaso, de refuerzo, de lectura comprensiva, etc, suma y sigue. A esto hay que sumarle las horas que dedico a preparar las clases, buscar actividades que a mis niños les parezcan interesantes, programar, mandar mails a los padres para comunicarme con ellos, etc.
    Yo tengo 5 horas de clase al día y doy las 5 horas todos los días de la semana porque en las horas en las que entran los especialistas a dar su asignatura en mi tutoría, o bien voy a otra clase a dar otra asignatura, o saco a alumnos de otros cursos para darles refuerzo de la asignatura que considere su tutor/a. Yo aprovecho a comer en el colegio porque así, en las dos horas de comida que tengo, decoro la clase, imprimo lo que he preparado en casa para hacer fotocopias para los alumnos, corrijo, atiendo a los padres que me lo piden, preparo las salidas programadas, hago actividades extraescolares con un grupo de alumnos o me quedo con algún niño que no ha entendido algo y se lo explico en privado para ver si lo entiende; normalmente como en 20 minutos y vuelvo a clase.
    Estoy donde estoy por vocación, me encanta mi trabajo y tengo muchísima suerte al poder dedicarme a esto porque no me imagino haciendo otra cosa, Nunca he querido ser otra cosa más que profesora.
    Pero me canso, me agoto porque los niños de hoy en día tienen una educación diferente a la nuestra, ni mejor, ni peor; es peor por lo poco «estricta» que es, y con esto me refiero a que antes lo que decía el profesor iba a misa y hoy en día te tienes que justificar por cada palabra que dices; pero es mejor porque hay más confianza entre profesor y alumno y eso da mucho juego a la hora de trabajar en clase.
    Me encanta mi trabajo pero es agotador, me canso de estar mandando callar, que me atiendan, que no se insulten, que se respeten, que aprendan a trabajar todos con todos aunque no se lleven bien, me canso por hacer tres cosas a la vez cada hora del día.
    Desde luego, también dedico horas a la formación ya que nos exigen que nos formemos y nos reciclemos, cosa con la que estoy totalmente de acuerdo. Estoy inentando perfeccionar mi inglés, aunque sea un idioma que nunca me ha gustado y no me vea dando clases de esto.
    Intento no equivocarme y no tener faltas de ortografía, saber escribir correctamente utilizando adecuadamente los signos de puntuación, la gramática. También intento saberme todas las asignaturas que imparto, desde matemáticas hasta historia pasando por naturales y religión.
    Como además me gusta poder contarles anécdotas a mis alumnos sobre los temas que damos me gusta conocer datos curiosos y para eso tengo que tener bastantes conocimientos sobre la materia a impartir. Intento estar al día con la literatura que hay sobre un tema determinado para poder recomendarles lecturas y veo documentales para animarles a verlos.
    Supongo que cada profesión tendrá su handicap y no seré yo la que compare unas con otras ya que todas son igual de necesarias y complicadas.
    Con todo esto, lo único que quiero decir, es que nosotros también tenemos nuestra dificultad, en una sociedad en la que estamos en el punto de mira, que en vez de ayudarnos para formar a nuestro futuro, cada vez nos pone más trabas e impedimentos para realizar nuestra labor.
    Que tenemos dos meses de vacaciones, eso va con la profesión aunque hay profesiones con más vacaciones y para mi son muy necesarios.
    Tenemos un sueldo normal y según con quien lo compares será alto o bajo.
    Tenemos unos niveles de estres y ansiedad que pocas profesiones tienen.
    ¿Y qué? esto lo elegí yo como otro también podría haberlo elegido.
    Gracias a mi trabajo disfruto de lo que hago cada día, disfruto de mi marido y disfruto de mi hija y eso es lo que más me importa.

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